Un año más he sobrevivido a SANT JORDI, día de libros, libros, más libros... ¡ah, sí! ¡y también rosas!
Para aquellos que no conozcáis qué se celebra, deciros que cada 23 de abril todos los rincones de Cataluña se llenan de libros y rosas. Este día, patrón de Cataluña, se conmemora la muerte de San Jorge, que según la leyenda mató a un dragón y liberó a la princesa, y de la sangre del dragón nació una rosa, por lo que es tradición regalar una rosa a las personas que quieres. Os dejo un enlace a la leyenda de "Sant Jordi i el drac" (San Jorge y el dragón).
Pero también se celebra el Día Internacional del Libro, coincidiendo con el aniversario de la muerte de William Shakespeare y del entierro de Miguel de Cervantes. Se organizan muchísimas actividades relacionadas con la literatura y para promocionar la lectura, y los libros pueden abandonar sus estanterías para pasearse por las calles. Así que, además de regalar rosas, se suelen acompañar de un buen libro.
Creo que es de las pocas fiestas que me encanta celebrar, aunque es de los días que más trabajo, pero es que siempre caen algunos libros nuevos para la biblioteca (y digo algunoS, porque uno nunca es suficiente) y una rosa en casa (y digo unA, porque la de esa personita especial no falta ningún año; más arriba os he dejado la foto de la que me ha regalado esta vez).
Para aquellos que no conozcáis qué se celebra, deciros que cada 23 de abril todos los rincones de Cataluña se llenan de libros y rosas. Este día, patrón de Cataluña, se conmemora la muerte de San Jorge, que según la leyenda mató a un dragón y liberó a la princesa, y de la sangre del dragón nació una rosa, por lo que es tradición regalar una rosa a las personas que quieres. Os dejo un enlace a la leyenda de "Sant Jordi i el drac" (San Jorge y el dragón).
Pero también se celebra el Día Internacional del Libro, coincidiendo con el aniversario de la muerte de William Shakespeare y del entierro de Miguel de Cervantes. Se organizan muchísimas actividades relacionadas con la literatura y para promocionar la lectura, y los libros pueden abandonar sus estanterías para pasearse por las calles. Así que, además de regalar rosas, se suelen acompañar de un buen libro.
Creo que es de las pocas fiestas que me encanta celebrar, aunque es de los días que más trabajo, pero es que siempre caen algunos libros nuevos para la biblioteca (y digo algunoS, porque uno nunca es suficiente) y una rosa en casa (y digo unA, porque la de esa personita especial no falta ningún año; más arriba os he dejado la foto de la que me ha regalado esta vez).
Preparar Sant Jordi siempre significa semanas de locura en el trabajo, trasteando libros y rosas arriba y abajo, y el "gran día" una se levanta casi de madrugada para estar todo el día en el puestecillo al pie del cañón vendiendo cosillas y regalando sonrisas.
Y ahora que ha pasado la vorágine, y aunque toca ponerse de nuevo a acabar esos pedidos pendientes, ya estoy pensado en qué nuevas creaciones hacer después. Pero eso... mejor os lo explico otro día. ¡Abrazos!
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