Son tan pequeñitos que se hacen en un santiamén, y a la que haces uno no puedes parar, así que de una sentada te salen dos o tres (¡peligro!). Además, aunque todo el mundo dice que los mochimochi (y los amigurumi) suelen ser muy bonitos, simpáticos, dulces,... a estos pollitos no dejo de verles cierta cara perversa. ¡A saber en qué estarán pensando!
Si alguien quiere adoptar a alguno de estos pollitos, o quiere empezar a montar su propia granja avícola, solo hace falta que lo hablemos.
¡Hasta pronto!
Parece que estén tramando algo, pero son muy bonitos ><
ResponderEliminarJajajja, sí, seguro que algo traman, son como las moscas, que siempre cuchichean entre ellas mientras se frotan las patas :)
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